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EDUCACION ESPECIAL

Integración Escolar como demanda social

La integración escolar surge como demanda social, ante la necesidad de dar respuestas a aquellos niños que presentaban diferentes necesidades educativas.

Según Nirge, la integración hace referencia a que: “las relaciones entre los individuos se basan en el reconocimiento de la integración del otro y de unos derechos y valores básicos compartidos.”

La integración es multidimensional y se manifiesta en las dimensiones física, funcional, social y personal.

Hoy podemos decir que las actitudes hacia “Los Diferentes”, han variado con el transcurso del tiempo, desde el rechazo incondicional hasta la actual integración.

Cuando la supervivencia del sistema educativo se antepuso a las necesidades educativas diversas, especificas y/o especiales de los individuos a educar, atribuyéndoles a estos la causa de la dificultad para concretar el hecho educativo en si, se busco la solución fuera del ámbito escolar; por un lado surgieron las escuelas especiales para niños deficientes, por otro, se recurrió en forma indiscriminada a las maestras particulares, posteriormente se acudió a los psicopedagogos u otros especialistas para que llevaran a cobo la tarea de homogenización que la institución pretendía y no podía hacer efectiva.

La integración social es la consecuencia de la normalización entendida como la posibilidad de llevar a cabo una vida tan normal como sea posible.

Adoptar la postura de integración como ideología, no se limita a incluir o integrar niños con Necesidades Educativas Especiales a la escuela común, sino que exige reconocer la existencia de la diversidad, aceptarla y valorarla, reconociendo que las diferencias son inherentes a los seres humanos.

Desde la postura enunciada anteriormente, podemos aseverar que todos los alumnos tienen derechos a estar incluidos en el Sistema Educativo aprendiendo con un Diseño Curricular Común.

Deben considerarse las Trayectorias Escolares de los alumnos bajo el concepto de que no siempre son lineales, que se diseñan en función de las necesidades de cada alumno, y que estás prácticas asegurarán a todos los alumnos la escolaridad y finalización de estudios con Certificación, poniendo a su disposición todas las alternativas educativas existentes en los Niveles y Modalidades del Sistema. La integración escolar es una demanda social, ya que a partir de la trayectoria escolar se trabajará de manera transdisciplinar en función de un objetivo último: “Favorecer la inserción social y laboral de acuerdo al propio proyecto de vida del alumno en ejercicio de la ciudadanía”.

Nos encontramos ante la necesidad de brindar una respuesta educativa constructiva y holística a las demandas derivadas de las Necesidades Educativas Especiales. Como dice Patricia Sosa en algunas estrofas de su canción Aprender a Volar: “Duro es el camino y se que no es fácil, no se si habrá tiempo para descansar, en esta aventura de amor y coraje, solo hay que cerrar los ojos y echarse a volar… No pierdas la fe, no pierdas la calma, aunque a veces este mundo no pide perdón, grita aunque te duela, llora si hace falta, limpia las heridas que cura el amor… Puedes creer, puedes soñar... Y no apures el camino, al fin todo llegará, cada luz, cada mañana, todo espera en su lugar… Puedes creer, puedes soñar...

Para algunos el camino será duro, quizá para otros resulte más sencillo. Consideramos que será mejor si lo hacemos entre todos, sabemos que la tarea no es fácil, pero vale la pena intentarlo.

Historia de la educación especial

Historia de la educación especial

Para definir lo que entendemos por educación especial nos parece necesario conocer las concepciones que ésta ha tenido a lo largo de la historia. Consideramos que revisar algunos datos históricos de esta modalidad nos permitirá una mayor comprensión acerca de la actualidad. Este recorrido nos parece de vital importancia ya que nos debe permitir poder definir y entender qué es la educación especial y, fundamentalmente, cuál es su fin en la actualidad.

Un poco de Historia…

El siglo XIX representa el período que ha sido llamado “período de las instituciones”, las instituciones albergaban a todo tipo de personas con dificultades, como: sordos, ciegos, enfermos mentales, seniles, retardados mentales. La idea principal suponía la internación de la persona hasta que ésta lograba curarse, cosa que no ocurría. Estas instituciones estaban bajo atención médica. De esta manera, puede decirse que la educación especial , en un primer momento, de la medicina, y del intento de ésta por curar esas patologías.

El siglo XX representa un cambio de concepción en la educación especial donde los asilos y las instituciones mentales ceden su protagonismo a la escuela primaria que tenia carácter obligatorio y gratuito. Produciéndose la educación de masas, comenzándose a observar un fenómeno nuevo: muchos niños no aprendían como la institución escolar esperaba. Binet comenzó estudiando dicho fenómeno, el retardo pedagógico, como el desfasaje entre lo que proponía la escuela primaria y el rendimiento de los niños. La discordancia entre las exigencias del medio y las posibilidades del sujeto para responder a las demandas debían explicarse por el déficit de la inteligencia. Estudió así la capacidad intelectual, a partir de observaciones directas sobre la inteligencia misma, para lo cual se valió de un instrumento de medición.

En 1905 A. Binet y Simon crean la primera escala métrica de la inteligencia que permite conocer el nivel mental del sujeto, las que permitieron establecer grados de deficiencias.

En 1915 W. Stern crea el concepto de cociente intelectual (CI) cuya cifra se obtiene de dividir la edad mental por la edad cronológica y multiplicarla por cien. La exagerada utilización y confianza en la rigurosidad del CI produjo que el futuro educativo de los niños esté determinado sólo por el resultado que arrojaban los test. Permitió la clasificación de la personas en custodiables, entrenables y educables según su grado de retardo mental, se negó la oferta de contenidos escolares a aquellos niños cuyo CI había determinado que no podría aprender, se reforzó la aspiración escolar a trabajar con grupos homogéneos, el CI fue también utilizado como argumento para derivar a los niños a circuitos paralelos de la educación.

La educación especial en la actualidad…

La educación especial ha realizado el tránsito desde el enfoque tradicional basado en el modelo médico psicométrico y en el déficit hacia un nuevo paradigma que pone el acento en la necesidad de brindar una respuesta educativa, respondiendo a las demandas derivadas de las necesidades educativas especiales.

Actualmente predomina un nuevo paradigma, el “Pedagógico Curricular”, como su nombre lo indica, se centra en lo educativo, en las posibilidades y capacidades de ese alumno, tomando la idea de que no hay un alumno con discapacidad sino con NEE. Esto no significa dejar de tener en cuenta el déficit, sino sacarlo del centro de la escena para considerarlo un factor más dentro de un conjunto de factores que inciden en la vida del individuo. A partir de allí, determinar sus competencias y características con miras a lo que es la función primordial de la escuela: Educar.

El gran reto del nuevo paradigma es implementar estrategias de enseñanza personalizadas centradas en propuestas de adaptaciones curriculares específicas, que atiendan las capacidades y los intereses individuales, como así también los tiempos y ritmos de aprendizaje de cada alumno. Es imprescindible reconocer los apoyos necesarios para que el alumno alcance su autonomía progresiva, conforme su subjetividad y se integre en la sociedad ocupando un lugar de sujeto de derecho con igualdad de oportunidades y posibilidades.